Varkala, un paraíso en Kerala.

¡Hola amiguitus! Hoy os vamos a contar nuestra experiencia de un día en la famosa ciudad costera de Varkala, donde por fin conseguimos tener un día de playa en la India.

Varkala se encuentra en el selvático estado de Kerala. Kerala es famoso por sus paisajes repletos de palmeras, y sus backwaters, que son una red fluvial de canales que funciona como una red de carreteras.

Nosotros estábamos viviendo en Kerala, en un Ashram cerca de Kayankulam, a la orilla de uno de estos canales, cuando decidimos hacer una excursión de un día a un lugar cercano.

Desde el Ashram se nos planteaban varias posibilidades:

• Podíamos ir hacia Allepey (Alapuzha), al norte. Desde aquí salen la mayoría de las excursiones por los backwaters. Estas excursiones pueden ser de un día o varios de duración y permiten tener otra perspectiva de la zona, así como disfrutar de la flora y fauna de la región, y de su cultura visitando alejadas aldeas si se dispone del tiempo para ello.
• Podíamos también visitar Trivandrum (Thiruvananthapuram), la capital del estado de Kerala, al sur. Uno de los principales atractivos de esta ciudad, es el famoso templo hindú Padmanabhaswami.
  http://www.transindiatravels.com/kerala/trivandrum/padmanabhaswamy-temple/
  Este enorme templo dorado es de entrada gratuita pero, desgraciadamente, no se permite la entrada a los no hinduistas.
  Es una pena, pues sentíamos gran curiosidad. En una de sus criptas se encontró una gran cantidad de oro y joyas, y cuenta la leyenda que aún quedan cámaras por descubrir que albergan aún otros tesoros.
• Por último, podíamos ir a Varkala, hacia el sur a mitad de camino de Trivandrum, a pasar un tranquilo día en la playa y visitando templos.

Decidimos llevar a cabo esta tercera opción, pues Varkala era el lugar más cercano a donde nosotros nos encontrábamos, y porque no apetecía decir que al menos un día de dos meses en India… ¡habíamos ido a la playa!

Desde el Ashram, era posible llegar a Varkala en autobús o en tren, siendo está segunda opción más rápida. La estación de tren se llama “Varkala sivagiri”.

El trayecto de tren fue de aproximadamente una hora y media, y costó 350INR por persona (ida y vuelta). También se puede llegar a Varkala desde Trivandrum en un trayecto similar desde el lado opuesto.

Una vez en la estación de tren de Varkala, es posible coger un tuk-tuk hasta la playa, aunque también es posible, y aconsejable, llegar caminando. El camino hasta los templos es de unos 20 minutos andando, y 10 minutos más hasta la playa.

Nosotros decidimos dar un paseo, y disfrutamos de una agradable caminata hasta llegar a la zona de los templos. Varkala tiene decenas de pequeños templos, siendo el más atractivo turísticamente el templo hindú de Janardanaswamy.

https://en.wikipedia.org/wiki/Janardanaswamy_Temple

Al recinto del templo se puede acceder gratuitamente por varias entradas, y los no hinduistas tienen permitido el acceso, excepto al templo principal.

Lo que más nos llamó la atención dentro del templo, fue un gran árbol en el que la gente hacía ofrendas en forma de muñecas que colgaban de las ramas. Más tarde vimos que muchos puestos de alrededor vendían esta clase de muñecas para las ofrendas.

Tras la visita al templo, decidimos ir directos a la playa y el acantilado. Descendiendo la calle se llega a una zona de la playa donde suele haber gente local.

Para estar más cómodo si uno piensa bañarse con trajes de baño occidentales, es mejor tomar el camino de la playa a la derecha, y avanzar hacia el acantilado.

Cerca del acantilado se congregan muchos turistas, pues el acantilado está plagado de resorts. Las vistas desde el acantilado de la playa, o de los acantilados al norte, son imponentes. Además, numerosas águilas sobrevuelan frecuentemente esta zona.

Decidimos comer en uno de los locales del acantilado, y darnos un homenaje comiéndonos cada uno un “filetaco”. Llevábamos casi dos meses en modo vegetariano y decidimos celebrar así, aunque con retraso, el cumple de Pitu.

De hecho fue el único lugar de India donde vimos que vendieran ternera, por lo que nos dimos cuenta que este acantilado era una zona muy pero que muy para turistas.

Después de comer tocó tarde de playa. El agua está exageradamente caliente (más que en el mediterráneo), y las corrientes son bastante fuertes. La verdad que hacía mucho que no disfrutábamos tanto de un baño en la playa.

Llegado el atardecer, tuvimos la suerte de contemplar una preciosa caída del sol, que tiñó de rosa toda la arena y al acantilado.

Antes de volver a “casa”, pasamos por unos manantiales de agua dulce que se encuentran a mitad de altura de la playa, y a los que los locales atribuyen propiedades espirituales (y nos llevamos un poco de agua, que nos habían pedido en el Asrham).

Volvimos a la estación de tren caminando y, de manera nada sorprendente en la India, nuestro tren de vuelta venía con mucho retraso. Al final llegamos de vuelta al Ashram de madrugada, pero muy contentos por el día en Varkala.

Esperamos que os haya gustado nuestra historieta y que si visitáis Varkala lo paséis tan bien como lo pasamos nosotros. En dos meses en la India, disfrutamos solo de este día de playa, ¡pero sin duda a este día le ponemos un 10!

 

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